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El liderazgo de un capitán de equipo en el fútbol

Por Rodrigo Cauas E.

Psicólogo Especializado en Deportes
Docente Académico / Conferencista / Divulgador Científico

Los grandes líderes y capitanes de equipo asumen como uno de sus objetivos principales la formación y el desarrollo de sus colaboradores y compañeros de equipo, adaptándose a cada situación. EL MODELO DE LIDERAZGO SITUACIONAL, de Hersey y Blanchard, identifica un factor crítico para determinar el tipo de liderazgo necesario para cada situación. Este factor es el nivel de madurez laboral del compañero de equipo.

Este indicador depende del grado de desarrollo de las habilidades personales, tanto técnicas como de gestión, necesarias para su puesto. Es decir, guarda relación con la capacidad del jugador de desempeñarse óptimamente en la cancha y si cuenta con las herramientas para hacerlo bien y si se adapta positivamente a las necesidades futbolísticas y requerimientos tanto del equipo como del entrenador. Según la madurez del jugador, el capitán de equipo puede adoptar cuatro estilos de liderazgo:

  1. Dirección
  2. Coaching
  3. Apoyo
  4. Delegación

Cuando un jugador entra a un equipo tiene una alta motivación, pero normalmente poca experiencia (sobre todo si este jugador proviene de divisiones menores), por lo que requiere dirección por parte del capitán. Este debe entregar las pautas para cumplir con las tareas y controlar su ejecución deportiva hasta que el jugador cuente con el dominio técnico para enfrentar casos más complejos.

En la medida en que el jugador comienza a conocer su trabajo, el capitán debe prestar este apoyo personal y ayudarlo en la toma de decisiones, tanto los temas futbolísticos como en aquellos temas personales y que involucran al equipo, sin descuidar la preocupación por metas y reglas claras. En este caso, el capitán actúa como un coach o entrenador.

Una vez que el jugador domine todos los aspectos técnicos y profesionales de su trabajo, el capitán puede darle más autonomía, pero siempre motivándolo y apoyándolo en temas de gestión de personas, toma de decisiones e integración al grupo. Este estilo de liderazgo se conoce como apoyo.

La delegación más completa ocurre cuando el capitán confía en las capacidades técnicas o futbolísticas y de liderazgo de sus compañeros, otorgándole la habilidad de tomar decisiones de forma autónoma. Al momento de ejercer liderazgo también influye el tipo de decisión que esté enfrentando: algunas decisiones son cruciales para el futuro del equipo (ej. negociaciones de sueldos o premios y todo lo que tiene que ver con sanciones y castigos), mientras que otras son más rutinarias o no implican un cambio profundo, por ejemplo, cuando se establecen normas de convivencia o decisiones menores en torno al funcionamiento del plantel.

En el modelo de Liderazgo Situacional, la toma de decisiones, pueden ser abordadas en cuanto a las decisiones cruciales:

1. Si la decisión debe ser tomada en forma urgente, el capitán debe considerar las distintas alternativas y tomar individualmente la decisión: en este caso, el liderazgo es autoritario y permite adoptar las soluciones más adecuadas en un corto tiempo, aun cuando estas decisiones puedan ser impopulares (afectar a uno o más miembros del equipo).
2. Si hay tiempo para analizar la situación, el capitán debe retener su facultad (capacidad) de decidir, pero antes debe consultar a todos los involucrados. Este estilo de liderazgo se conoce como consultivo. Aquí se busca la mejor solución para el equipo, pero recabando el máximo de información e involucrando a todos los miembros del equipo.

Cuando la decisión es más rutinaria y, por lo tanto, no tiene un efecto importante en el futuro del equipo, también se identifican dos maneras para abordar esa decisión:

  1. Si la decisión debe ser tomada en forma urgente, el capitán de equipo puede presentar las alternativas al equipo y se puede elegir por mayoría: este es un ejemplo de liderazgo democrático, que favorece la sensación de justicia entre los miembros del equipo, facilitando la implementación de la solución. Cuando hay mayor participación de los compañeros en las distintas decisiones, se tiende a adherir más al funcionamiento del equipo.
  1. Si la decisión no es urgente, el capitán de equipo puede delegar la decisión en los jugadores y compañeros de equipo, adoptando un estilo participativo. Así, se consigue el máximo de información y se refuerza la autonomía de los jugadores (compañeros), facilitando la implementación de una determinada solución.

Si consideramos que menos de un 20% de las decisiones en un equipo son realmente urgentes y menos de un 20% son cruciales, no más de un 4% de las decisiones deben ser tomadas en forma autoritaria; más de un 64% pueden ser participativas, y alrededor de un 16% pueden ser democráticas y consultivas. Este y otros interesantes temas los veremos en el curso Psicología en el Fútbol, que impartiré desde el 16 de junio en Educación Coch: Están cordialmente invitados ¡Participen e inscríbanse!